Desarrollar una carrera profesional fructífera y satisfactoria en el mundo empresarial supone un ambicioso objetivo que requiere de una formación de calidad. Por ello, tanto empresarios como directivos, emprendedores, licenciados o diplomados y graduados hacen lo posible para formarse con un Máster en Administración de Empresas.
Y, ¿por qué un MBA es el posgrado que más impulsa el crecimiento profesional? Un MBA es el posgrado ideal para impulsar el crecimiento profesional debido a su enfoque integral desde el punto de vista de gestión. Proporciona tanto habilidades técnicas como blandas, abarcando áreas como gestión financiera, marketing, operaciones, estrategia y recursos humanos. Además, el método de aprendizaje es práctico, y es el posgrado que ofrece más oportunidades para practicar el networking.
A continuación, vemos con más detalle por qué un MBA es una formación completa que prepara a los estudiantes para desempeñar roles de liderazgo y así impulsar el avance en sus carreras.
Habilidades técnicas que se desarrollan en un MBA
Tabla de contenidos
Para proyectarse con éxito en el ámbito empresarial, resulta imprescindible conocer las más novedosas y efectivas técnicas de gestión y administración de empresas, por lo que uno de los grandes objetivos del Máster MBA pasa por familiarizar al alumno con el funcionamiento de los distintos departamentos de la empresa, proporcionándole las herramientas claves para llevar a cabo una correcta organización y gestión de cada uno de ellos.
La formación, por tanto, abarca diferentes áreas, como pueden ser las finanzas, sin duda una de las más importantes dentro de una empresa, concediendo también una gran relevancia a otras áreas vitales como son marketing o recursos humanos.
A su vez, esta prestigiosa formación de posgrado instruye a sus alumnos en el área de operaciones o procesos, así como en el diseño de las estrategias necesarias para alcanzar los objetivos fijados a nivel corporativo. Todo ello, al mismo tiempo que se aprende a analizar el complejo entorno económico o la estructura de costes y su optimización.
Habilidades blandas
Para llegar a un puesto de dirección en una empresa, resulta igual de importante el aprendizaje de las técnicas de gestión que el desarrollo de las habilidades blandas. Las habilidades blandas son aquellas que tienen que ver con la inteligencia emocional de una persona o su capacidad de liderazgo. Por ello, en un Máster de Dirección y Administración de Empresas se busca fomentar el desarrollo de las aptitudes que promuevan la confianza y la capacidad directiva a nivel socioemocional.
Diversas investigaciones concluyen que las habilidades blandas tienen una relación directa con la gestión gerencial y el desempeño de la empresa. Por tanto, el mercado laboral demanda directivos que sean capaces de comprender los problemas de forma holística, evaluar los riesgos de sus decisiones o valorar las consecuencias que cada acción tiene sobre la empresa. Otras habilidades blandas que los aspirantes a ocupar un puesto directivo en una organización deben aprender son la capacidad de persuadir, liderar, negociar, solucionar conflictos, comunicar y adaptarse a los cambios.
Gracias a este aprendizaje y al desarrollo de estas capacidades directivas el alumno mejora su desempeño y se encuentra en disposición para asumir responsabilidades gerenciales, ya sea a través de un ascenso en su empresa o logrando un nuevo puesto de trabajo.
Aprendizaje práctico
El aprendizaje práctico es otro aspecto fundamental de un Máster MBA. Desde el principio, los estudiantes se involucran en un Proyecto de Creación de Empresa, donde aplican de manera práctica los conocimientos y habilidades adquiridos, trabajando en equipo.
El enfoque pedagógico de un MBA se centra en el aprendizaje práctico, utilizando un método basado en el análisis de situaciones empresariales de éxito y fracaso a la par de casos de estudio reales. Esto no sólo implica aprender la teoría sobre cómo analizar, planificar y controlar cada una de las áreas operativas de una empresa, sino también comprender cómo aplicar cada técnica y estrategia en función de cada situación en la vida real.
El necesario networking
A todo ello, se suma el hecho de que estudiar un Máster MBA supone una gran oportunidad para establecer contactos profesionales, pues en un aula de una escuela de negocios coinciden diversos perfiles profesionales y de diferentes ámbitos.
La práctica de networking desarrollada por los participantes de un MBA y el aumento de su red de contactos, es un beneficio que se mantiene a lo largo de sus carreras, a través de posibles colaboraciones y oportunidades de aprendizaje y trabajo en conjunto.
En resumen, un Máster MBA es una formación integral y enriquecedora que prepara a los estudiantes para asumir roles de liderazgo y lograr un crecimiento profesional en distintos ámbitos empresariales y organizacionales.
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